Oporto es la segunda ciudad más grande de Portugal y es muy hermosa. Posee un rico patrimonio histórico y cultural. Cuando estás andando por la calle, se sentirá como si estuviera en Macao. Tengo un viaje a Oporto con mi amigo quien está en un intercambio en Portugal. Las Experiencias en esta encantadora ciudad portuguesa fue increíble. Después de instalarnos en el hotel, nos aventuramos a explorar el centro histórico.

Comenzamos con un delicioso desayuno portugués en una acogedora cafetería. ¡Los pasteles de nata son absolutamente deliciosos! Luego, nos dirigimos hacia el río Duero, admirando la vista de los icónicos puentes–Ponte Dom Luís I, que se alzan sobre las aguas.

Decidimos hacer un recorrido en barco por el río. Fue asombroso contemplar las colinas cubiertas de viñedos que producen el famoso vino de Oporto. La guía nos explicó la historia detrás de esta bebida única mientras disfrutábamos del paisaje. También fuimos a la librería Lello, donde se dice que JK Rowling concibió la idea de Harry Potter.

Por la tarde, nos perdimos por las estrechas calles empedradas del barrio de Ribeira. La arquitectura tradicional con sus fachadas decoradas con azulejos nos dejó maravillados. Visitamos la Catedral de Oporto, una impresionante obra arquitectónica cargada de historia.

Finalizamos el día con una cena espectacular en un restaurante local, donde probamos platos típicos portugueses, como la francesinha y el famoso vino de Oporto. ¡Qué rica la francesinha! Se trata de una rebanada de pan de molde tostada, rellena de diversos tipos de embutidos y carne: jamón cocido, chipolata, mortadela, un filete de ternera o cerdo. Luego es recubierta con otra rebanada de pan de molde tostada y con lonchas de queso, el cual es después gratinado y bañado en una salsa picante hecha a partir principalmente de cerveza y tomate; en algunos casos se le agrega un huevo frito.​ Normalmente el comensal suele acompañar la francesinha con patatas fritas y una cerveza. (Pues, esta comida es mi favorito durante todo el viaje a Oporto)

En resumen, Oporto es una ciudad que merece la pena visitar. Hay paisajes especiales que no se encuentra en otros países europeos. El viaje a Oporto esta vez es lleno de felicidades y alegría.

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